En la década de 1980 inició su actividad profesional y artística. Dado su interés por explorar diversos temas del entramado social, sus fotografías en blanco y negro han abordado principalmente el género del documento social, valiéndole sus impactantes retratos de personajes marginales de la vida urbana amplio reconocimiento internacional.
Cofundadora de la Asociación de fotógrafos Independientes (AFI) y colaboradora de la revista Apsi y de diversas agencias de prensa, ha recibido las becas Guggenheim (1986), Fulbright (1992) y Fondart (1994 y 2009). Entre otros, ha recibido el premio Ansel Adams, otorgado por el instituto Chileno Norteamericano de Cultura, en 1995; el Premio a la Trayectoria Artística del Círculo de Críticos de Arte de Chile, en 2005; y el premio Altazor en 2005.
Algunas de sus publicaciones son El Infarto del Alma junto a Diamela Eltit; La Manzana de Adán junto a Claudia Donoso; Kawesqar: Hijos de la Mujer Sol; el libro para niños Amalia; y la antología Paz Errázuriz, fotografía 1982-2002.